Cuando cambie un placer
Mi placer favorito era el escribir, y al cambiar de estilo de vida, tuve que dejar de lado este placentero hábito y cambiarlo por el placer del contacto, de la carne, del sentir, porque alguien estuvo conmigo y compartíamos ese otra delicia.
Hace meses lamentaba el estar aquí, de nuevo, con ese hueco emocional que creí haber ocupado con ese otro ser, pero no, heme de nuevo mi querida hoja, plasmando de nuevo este sentir, esta melancolía que vuelve a ser mi compañía.
En verdad te alejaste cuaderno de mi tulipán, o solo estas ahí, esperando a que retornara, tal vez esperabas que describiera mi emoción, pero no, retornó de nuevo esa tristeza suele estar conmigo cuando no ocupo mi mente en trabajar, ahora sin esto, ella empieza a divagar entre rebotes de recuerdos de lo que fue, de lo que era, lo que hubo, de lo que hoy carezco.
Qué tanto tiempo pudo el placer carnal, desplazarte, acaso cuaderno mío, sentiste celos, tú mi deslizable y ligera pluma sentiste algo, o todas extrañábamos el aroma del café que muchas veces llenó mi desconsuelo.
Dónde te quedaste alma mía, sentir de mis sentires, lombrices de yo. Corazón dónde quedaron tus fuertes latidos, dónde está tu palpitar, se extravió al igual que aquél amor, del que solo físicamente esta su cuerpo, ya no sientes su aliento avasallador que te ponía en movimiento…me has dejado de sentir?
Alejandra Moreno
Marzo 2009
Deja una respuesta