Sentires, desde mis tripas.

En años anteriores, me unía al grito de “mugrosos reyes” no me trajeron nada o como decía el Zapaterooo me trajeron puro chile que, combinado con un jitomate, ajo, cebolla y sal se puede hacer una buena salsa.

Ahora más consciente y después de mi sesión, pude ver que este año, me trajeron un gran DON.

Ayer antes de continuar con la tarea pensé en hacer una carta e ideé buscar imágenes en internet y tipografía que pareciera que lo escribí a mano, muy digital el asunto, mientras pensaba qué pedir mi otrora yo dijo, mejor agradece. 

Busqué entre mis curiosidades y recordé que tenía stickers en forma de estrella y sí, en color oro viejo pegué tres al centro, tomé las crayolas y escribí un colorido gracias en una cartulina que reciclé.

Desperté porque sentí que me movían la cama… era yo que estaba zapateando, en mi sueño estaba bailando una canción norteña, me divertía, hacía memoria de lo soñado y recordé que tenía un sueño donde buscaba al culpable de lo que sucedía en ese momento, era perseguida como en el promedio de las pesadillas… ¡Claro! Me desperté con esa inquietud y la frustración de no saber quién era el malhechor, ¡Ah no cabeza ahora te duermes y lo descubres! Y sí, me dormí y continué con el sueño y descubrí qué es lo que había detrás de esos seres en forma de gotas que guardaban unos documentos que estaban extraviados y de los cuales me culpaban, todo había sido orquestado por el señor que cuidaba la hacienda, a ese no lo vi ni sé qué lugar era, también tenía mi gabardina, me la puse y salí al patio donde me esperaba un impacientito que tenía y sus padres, les di los documentos y me invitaron al jardín donde había una gran reunión, ellos vivían lejos de la ciudad y cada mes hacían un baile para las personas que vivían cerca, me dirigía a la habitación donde estaban mi mochila, no me dejaban llegar a ella pues me invitaron a bailar, uno, otro y otro, al fin pude alcanzarla y uno más me invitó a bailar, me colgué la mochila y comentaba con el compañero de baile, no entiendo cómo puedo bailar con la gabardina puesta y mi mochila, he de estar soñando… me desperté moviendo los pies. 

Cuando se busca el motivo, se encuentra sentido.

Gracias queridos Reyes Magos

AleskaHadaVerde

Esto se puede mirar como agresión o quizá defensa, depende de con las lentillas con las que se observen o quizá de la emoción que genera el laborar con un grupo.

En un correo electrónico, las tres líneas que se observan del lado izquierdo, indican el número de veces que ha sido reenviada la información.

Esto es de una serie de correos donde los integrantes de un grupo intentan ponerse de acuerdo, al responder por default (*incluir todo el texto del mensaje original), el correo adjunta el mensaje inicial y así todas las veces en donde se da clic en responder, lo mejor sería responder a todos y en preferencias –> redacción desactivar la casilla* o bien seleccionar la casilla que dice: incluir la selección, si la hay si no, incluir todo el texto 

Revisando la cadena de estos correos, solo fueron dos mails que se adjuntaron de un total de ocho participantes de los cuales solo cinco han respondido, los reenvíos fueron tres, aunque en un solo correo están las respuestas de los cinco hay párrafos entre un correo y otro que donde solo hay dos o un reenvío, o sea, no es parejo. 

Esto debido a que el emisor principal se descarta en automático por el sistema, pero a la vez, es quien controla los demás mensajes. En este ejemplo, el texto la fuente es de 120 puntos y es del primer emisor quien, al reenviar el correo, la fuente se agranda, aunque sólo es el primer correo, está un tercero que envió como respuesta a uno de los miembros, pero con un tamaño de 80 puntos. 

Son textos largos, para escribir desde un celular, aunque claro, existe la opción de dictado. También en la parte de redacción está el menú para elegir aumentar el nivel de la cita e incluir adjuntos al responder, quiero pensar que es esta cuestión por la que el mail tiene el texto grande, aunque en la otra parte del mismo texto disminuye. 

El objetivo será llamar la atención para no perder de vista el porqué de este mensaje, porque de otra forma, parece una invitación forzada a no extraviarse en las demás respuestas, es de decir, lo que se “debería” de hacerse porque así lo dictan las reglas del lugar o bien, una manera de ampararse ante el mensaje que incomoda a los demás. 

Aunque, me gustaría pensar que es por la cuestión de las herramientas de comunicación porque digo, estamos entre profesionales.

AleskaHadaVerde

ORLANDO CANSECO. Para MH RADIO. Ciudad de México, 23 de septiembre de 2022. Nos fuimos al Alicia a celebrar los 10 años del grupo La Era Vulgar que …

Las Armas IV: “las verdaderas armas son las palabras”

Un Ruido en el corazón de Rafael Catana desde el Alicia

Un Ruido en el corazón desde el Alicia con Rafael Catana

Es que antes

Es la frase que más escucho de los impacientes (por mi trabajo) y de las personas.

Es que antes tomaba así el medicamento

Es que antes las medicinas me hacían a la primera

Es que antes me sentía mejor con esta otra pastilla por eso dejé la otra

Es que antes me atendía otro doctor y él me la daba diferente

Es que antes yo era más fuerte, más joven, 

Es que antes la vida era más fácil

Es que antes…

Sí, ¿antes de qué? 

Antes del médico número 6 y ahora está con el siete.

Antes de que tuviera otro evento estresante (hace años) y otro hace dos años

Antes de que probara una nueva medicación y no hiciera el efecto que esperaba en los tres días que le dio la oportunidad para que funcionara

Antes de que no fuera la misma persona que ahora es 

Antes de que dejará de ser el hijo de familia

Antes de ser responsable de sí mismo

Antes de que estuviéramos en una pandemia…

La mayoría de las personas se aferran al pasado, ese que ya pasó, que ya se fue y es al que se recurre en el momento de la crisis o cuando se tiene miedo o tal vez cuando se siente o se está solo. 

La pandemia vino a trastocar esos sentires que estaban adormecidos, eso que se hicieron a un lado, los que no se quisieron resolver porque provocaban miedo, enojo, ansiedad.

No eres el de antes, regresar a ese antes no es el lugar más seguro, el de antes es al que mejor conoces y por ello crees que es el mejor refugio. 

Ahora eres otro, hablando psíquicamente, este es un nuevo tiempo, otro ambiente, un escenario distinto, acepta esta realidad, abre los ojos, sí, provoca miedo y éste en automático te hace querer… te regresa a ese de antes donde crees que es mejor que afrontar lo desconocido. 

Es momento de afrontarse, de expandir la zona de confort. 

No se trata de olvidar al de antes, se puede usar como referencia, como parte del proceso de aprender a vivir-se.

AleskaHadaVerde (psicóloga al 55%)

This gallery contains 1 photo.

Desde hace 29 años trabajo para el mundo de salud mental de forma privada, puedo decir que sí, es caro, si tomo en cuenta el microsalario que se paga en México y que la salud pública no se da abasto y no es tan eficiente. Detrás de cada profesional de la salud mental hay un […]

Soñé con Abel Velázquez “El Mago” y pude decirle que sus canciones me excitan, que me inspiran y me llenan de melancolía y eso hace que mi cabeza empiece a crear.

Lo abracé, a todo él… por partes, cada brazo, su cuerpo, sus manos, llené de besitos su carita hermosa… desperté sonriendo y con la sensación de haberlo sentido en mis manos.

Volví a dormir…

Me encontraba fuera del Realengo mirando la luna, llegó Manolo Bautista, le abracé, él es un panquecito, uno quiere quedarse en ese abrazo, le platiqué mi sueño con ‘el mago’ tengo en mente su sonrisa y cara de asombro, me abrazo, me dijo no abras los ojos… desperté con el dulce olor de panqué.

Aún era de madrugada así que volví a dormir.

Caminaba por el barrio del artista en Puebla, aquí sí puedo decir que mi inconsciente es el que estaba haciéndome soñar, rumbo al hotel Morada…cerquita del Rentoy me encontré con Pedro Andrés, nos dimos un abrazo prolongado -tengo mucho tiempo de no escucharle- tomábamos café en la calle, se escuchaba música al fondo, vamos a bailar le dije, nos levantamos… y desperté.

Soñaba que iba a una conferencia de la Dra. Paulina Kernberg al siglo XXI organizada por APM, en la recepción estaban las colaboradoras que conocí por allá de 1994.

Mientras subía las escaleras veía a mucha gente, como cuando estuve en el congreso de la SMNP.

Al entrar al auditorio, estaba dividido en dos partes, la de los que pertenecían al mundo de la psique y el público en general.

En el escenario estaba la Dra. Kernberg organizando.

Buscaba el mejor lugar, como público, alguien gritó mi nombre y no alcanzaba a ver quién era, solo veía su chaqueta de color miel.

Al acercarme, vi al Dr. Lauro Estrada-Inda quien me hacía la seña de sentarme a su lado, al llegar le dije: tengo gafete público y él me dió otro que decía asistente de color azul, como el de ellos, alce la vista para ver la fila de atrás y estaban los doctores Pablo Cuevas y David López dándome la bienvenida, me sentía contenta, arropada, en la fila de a lado estaba la Dra. María Luisa Rodríguez y después llegó la Dra. Josefina Mendoza-Ríos, un gozo me invadió.

En los altavoces daban instrucciones para iniciar la conferencia.

Eran las primeras palabras de la Dra. Paulina, en inglés ¡ups! “Pon mucha atención me decía el Dr. David, atiné a mover la cabeza en modo afirmativo. El Dr. Lauro palmeaba mi lomito y el Dr. Cuevas decía “échale Ale”.

Niños… algo decía la Dra. Kernberg acerca de los niños, la Dra. Mendoza se acercó a mi diciendo que había una urgencia, “me acompañas” y me levanté, haciéndoles la seña de “ahorita regreso -a mis doctores-”.

Bajaba las escaleras tratando de alcanzar a la Dra. Mendoza. Estábamos en el vestíbulo del Siglo XXI, esperando la urgencia… desperté.

Después de preguntar en la red ¿por qué a los vecinos les encantará azotar la puerta? Una respuesta me hizo recordar las puertas de todas las casas donde viví.

¿Esta será otra cosa que agradecer al zapatero (mi padre)? No azoten la portezuela, siempre nos decía mi padre al subir al coche.

A mi mente vino una cortina color verde botella mugrosa, lo que la hacía más oscura, unas florecillas rosas se apreciaban si la miraba más arriba. La puerta de fierro color verde pistache tenían un pasador y aldabas donde se ponía un candado, al igual que en la cocina solo que esa puerta era hechiza y de madera de color azul y con cortina semi transparente, era en la calle Carranza. Antes sobre esa misma calle solo que 4 casas antes tampoco había cortinas, las puertas blancas tenían pasador y se ponía candado, creo que era más seguro que una chapa que solo era la de la puerta principal.

En la casa de la calle Benito Juárez no había cortinas, eran tres cuartos divididos por paredes a los lados como una especie de corredor, la puerta no la recuerdo.

Cerrada San Francisco. Puertas de fierro color negro con vidrio dividida en cuatro, abrir y cerrar de puertas algo así como tres veces al día y bendito ruido de la cisterna.

En Nuevo México, también eran puertas mal hechas con tablas, aldabas en ambas caras de la puerta, cerrábamos con candados y las cortinas eran esas verdes botella ya deslavadas y las suplieron unas floreadas de color azul.

Francisco I. Madero: puerta con vidrio dividido en dos, chapa y pasador por dentro, con cortinas multicolor.

Privada San Francisco, puerta de fierro con chapa, sin cortina, así que la jalábamos con cuidado, no así los vecinos que disfrutaban de azotar sus puertas y la de la entrada al edificio. Ya dentro de casa cerrábamos la puerta y deteníamos el tirador para que cerrara sin tanto ruido. Las puertas de las recámaras y baño de fierro tenían pasador.

Carranza (otra vez) chapa y cortina de colores y semitransparente porque se encerraba el calor.

Chimalpopoca, puerta de fierro de esas pesadas de tantas manos de pintura, divida en cuatro dos vidrios con relieve, uno liso y una lámina,   con cortina ahora las transparentes no ayudaban mucho porque si se traslucía así que hicimos unas lisas.

La vivienda estaba en medio de un par de vecinos que les encantaba azotar puertas y más si nos veían por la ventana de la cocina, cosas de personas ordinarias. Cuando no estaba la dueña todos azotaban puertas, incluso ella daba el portón cuando entraba por la puerta principal, pero de pronto se asomaba para gritar que no azotáramos las puertas.

Miguel Hidalgo, muros donde todo se escucha, nueve torres, cinco departamentos por cada una y la mayoría azotan la puerta de su depto y además la reja que le antecede.

Entiendo que al tener la ventana abierta se azote, pero a las 2, 4, 6 de la mañana cuando salen por la prisa de ir a su trabajo y a eso le sumo el azotar la reja del estacionamiento y la puerta de la entrada de la unidad.

Después de esta reseña, creo que soy yo. En la oficina tampoco tolero que den el portazo, no hay necesidad.

En casa de pronto me pasa, que jalan la puerta y ¡zas! O sea, solo la jalan y ya, pero ese sonido me levanta los pelos, sobre todo cuando se levantan al baño de madrugada, ruido del picaporte, luego el ¡zas! al cerrar la puerta del baño y después de la recámara…

Me pregunto: ¿es necesario tanto ruido?

¿Anunciar que se entra o se sale?

Que claro, si es una forma de sacar eso que les molesta, estoy de acuerdo, pero piensen en los demás.

Y quiero que quede constancia de que no es neurosis de confinamiento.

AleskaHadaVerde

#Cuarentena2020

 

Cuarentena: dejen de verla como un encierro, es parte de las recomendaciones para salvaguardar la salud, tampoco menos romanticen el convivio con la familia, no es a ‘huerzas’, es mejor cohabitar con respeto y tolerancia.

Somos personas, individuos, cada uno tiene un estilo de vida y ese no se cambia de un día para otro, ni con todo el putoamor del mundo, mucho menos el de un otro que pretende cambiarlo para su beneficio, la contingencia tampoco es para aprovechar y querer vivir en esta cuarentena lo que vivirán después, claro si cumplen con las medidas sugeridas para no contagiarse.

Falta mucha cultura de prevención en México, se abusa del ser bien valientes, (vale madres), sí, a algunos la cuestión económica los merma, hasta los que gozan de un salario, algunos dependen de una persona el dueño que es la “empresa” y si no hay clientes, no hay ingresos.

Se ahorra para emergencias, mas no se prevén las contingencias, y hablando de eso, ¿cuántos de ustedes tienen un plan para su vejez?

Quédate en casa, pensemos en aquellos que solo tienen un día para descanzar; el día domingo es su día de libertad, de hacer las compras en el súper, para algunos esta es su única salida quincenal o mensual ‘en familia’, en donde los supermercados dan probaditas de todo, para algnos representa todo un festín.

Dejen de ver en el otro los errores o faltas que comete, de desacreditar aquello que ideó para pasar la cuarentena, cada quien la vive a su modo, como puede, con lo que tiene, por favor respeten su labor y sus creencias.

A los que la ansiedad es su ‘eterna compañera’, algunos porque la eligieron como forma de cubrir sentimientos, porque no saben qué hacer ante tanta angustia, porque están cansados de escuchar un “ya vas a empezar de nuevo con tus cosas” o “ahora qué te pasa”, no todos saben pedir ayuda, ni tienen forma de pagar una consulta psicológica, muchos de ellos siempre han apechugado y prefieren callar para evitar que lo juzguen. Los servicios públicos de salud mental, no siempre ofrecen lo que un paciente espera de un tratamiento y por ello no continuan el tratammiento.

Empatía es la palabra, pero no todos la tienen o practican, no se puede ser empático cuando no se sabe expresar lo que siente dentro, menos cuando se es intransigente consigo mismo, cuando no se percibe ni a sí mismo como ser humano, cuando no se tiene el conocimiento de la propia mente. La empatía tampoco puede exigirse, solo el respeto por uno mismo y por el otro.

La falta de valores es lo que nos tiene en este punto, de no tener esta identificación con el otro.

Y a todo esto:

¿Qué es lo que usted está haciendo en este momento para prevenir el contagio viral?

¿Qué es lo que está haciendo por su salud mental?

AleskaHadaVerde

Nube de etiquetas