Sentires, desde mis tripas.

blog invitado.

El hilo roto de ariadna

Caminaba Hannaipú [el dios que todo lo puede] muy triste. Era un martes por la mañana y hacía calor en la orilla del mar.

– ¿En qué me equivoqué? ¿Qué fue lo que hice mal?

Cientos de años habían pasado,  su imagen y semejanza era cada vez era más borrosa y ajena.

– Les di todo: casa, comida, un paraíso… ¿Por qué con nada se sienten contentos? ¿Qué más necesitan para llenar su vida y sus corazones?

Cientos de años habían pasado, su imagen y semejanza destruyó su casa, su imagen y semejanza olvidó sembrar la tierra para cosechar su comida, su imagen y semejanza envenenó ríos, lagos y mares, su imagen y semejanza vivía en el caos y la inmundicia. El rojo atardecer caía sobre Hannaipú, tan pensativo estaba que no advirtió que unos metros detrás caminaba Izannaipú [el dios que todo lo duda].

– ¿Sigues creyendo que tu…

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