Querer un chingo no es lo mismo que amar

Querer un chingo no es lo mismo que amar.

Amar demasiado, mucho. El amar es amar punto.

¿Quién ama demasiado? Las mujeres según dicta un libro que leí.

Una vez alguien me dijo: te amo demasiado y hasta hoy no entiendo que quiso decir con ello, aunque confeso que se me hizo convincente a tal grado que sí, me convenció de que era lo que necesitaba, y lo amé.

Ahora al través de los sentires, las enseñanzas –sin serlo directamente- he aprendido lo que es el amar, hoy me permito decir abiertamente –bueno en este medio- que sí amo, y que como en todo amor, surgen las dificultades o celillos para que haga juego con la palabra, la lucha de poder y género.

Vivía peleada con la palabra amar y sí, muchas veces critiqué a los chamacos –literalmente- que e la primaria ya tenían sus noviecillos y les decían que los amaban y que me dices de las sub-culturas que ahora estilan decir te aM0 mUxO.

Decía yo, que sólo había dos tipos de amar; el condicional y el incondicional y como base tenía el libro de “el triángulo del amor”

Llevo semanas con este sentimiento de amar, sí libremente, a quien yo elejí y también aceptando a aquell@s que me aman y lo han manifestado  otr@s más demostrado.

Amo a los seres que conforman mi familia inmediata, los admiro y esta palabra va unida del amar.

Estoy abusando de mis escudos; y por ello no le permito ese amor libre en mi ser, claro, según yo, me protejo de aquellos que dijeron amarme sin tener consciente la magnífico de la palabra.

Amar es electivo, no siempre recíproco, hoy elijo amarme –de vez en vez- o sólo por hoy, o lo que resulte primero.

Mi amar es pleno en mi sentir mas no lo ejerzo.

Confieso que me aterra decir-te amo y que la palabra no tenga un eco.

 

Aleska

26 mayo 2010.

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